El concepto startup, tan en boga en los últimos años, se ha creado para describir un tipo de empresas cuyo modelo de negocio está adaptado a las nuevas tecnologías o se basa en ellas. Se trata de empresas del mundo actual, cuya diferencia respecto a las tradicionales, es que han adoptado ciertos cambios que han traído consigo la sociedad de la información y la evolución de la tecnología. El conocido método Lean Startup, del que hablaremos próximamente, define estos negocios como “una organización temporal diseñada para lanzar un nuevo producto o servicio en unas condiciones de incertidumbre extrema”.
Es sabido que Internet genera la oportunidad de hacer los negocios más globales, con un impacto mayor, menor tiempo en el desarrollo de estos y grandes posibilidades en cuanto a escalabilidad. El nacimiento de este tipo de negocios se presentó en Estados Unidos hace ya más de 30 años. En la actualidad, este país acoge a 91 de las 180 startups mejor valoradas del mundo, o también conocidas como unicornios (startup valoradas en más de 1.000 millones de dólares). Aunque España no sea pionera en este revolucionario modelo de negocio, son muchos emprendedores los que se lanzan a invertir o crear una startup. Y ya podemos encontrar muchos rankings de las mejores startups de España.
Diferencias entre startup y empresa tradicional
Muchos os preguntáis la diferencia que hay entre una startup y una empresa tradicional. Se trata de dos formas distintas de hacer negocios. Este modelo necesita de un cambio de mentalidad de toda la organización, experimentando un giro entorno a la estrategia y al planteamiento general de la estructura empresarial. Este cambio afecta sobre todo a los siguientes puntos:
- Estrategias
En las empresas tradicionales las estrategias se implementan como motor de cambio, sin embargo, en las startups son las hipótesis de cambio que deben ser necesariamente validadas. Básicamente consiste en la aplicación del método científico para la validación de la idea de negocio.
- Organización
Ambas organizaciones, tanto la tradicional como la startup, deben estar compensadas en cuanto a los perfiles del equipo; aunque en la estructura tradicional se buscan más las habilidades y competencias ya adquiridas, es decir, la experiencia. El nuevo modelo busca perfiles de rápido aprendizaje, con actitud crítica, eficientes y con la capacidad de adaptarse rápido a los cambios.
- Escalabilidad
Este concepto es quizá el más valioso de las startups. Hace referencia a la posibilidad de crecimiento y expansión del negocio con la máxima rentabilidad posible;, esto quiere decir que mientras que la empresa tradicional necesita gastar en recursos para conseguir un beneficio mayor, las startups son capaces de romper con esa misma ley. Una vez estructurado y desarrollado el modelo de negocio, los ingresos pueden aumentar manteniendo los costes.
- Velocidad
En la startups es necesario operar rápida la operancia rápida y ágilmente en los momentos de cambio; aunque nunca se disponga de una información 100% veraz para esos cambios. En cambio, el modelo tradicional dispone de más tiempo para los cambios y cuenta con información 100% veraz y detallada.
- Fracasos
Los fracasos forman parte del modelo de negocio de las startups, sólo hay que ser consciente de ello y tener la capacidad para “pivotar” con agilidad. En el caso de las empresas tradicionales, los fracasos deben ser excepciones.
Si tienes una idea de negocio por la que apostar como Startuppero te surgen dudas respecto al proceso de creación, en Punto de Atención al Emprendedor te asesoramos y acompañamos en el todo proceso de emprendimiento para que esas dudas no supongan una barrer a la hora de tomar la decisión de crear tu Startup.